Las tensiones entre Arabia Saudí y los rebeldes hutíes yemeníes subieron el martes, cuando se cancelaron los vuelos humanitarios al país y se ordenó la partida de barcos, lo que disparó de inmediato los precios en las calles de la capital, Saná.
Las cancelaciones llegaron en medio de preocupaciones de que la ya angustiosa situación humanitaria pueda empeorar, y de que Yemen pareciera dirigirse a un aislamiento total del mundo exterior.
Una funcionaria de Naciones Unidas dijo a The Associated Press que sus vuelos se habían cancelado y el organismo intentaba “resolver el asunto lo antes posible”. La funcionaria habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizada a hablar con los medios.
Arabia Saudí intensificó el domingo su bloqueo sobre Yemen, cerrando todo el tráfico aéreo y el marítimo hacia los puertos yemeníes, además de cerrar los pasos terrestres. También anunció que el cierre consideraría “la continuación de la entrada y salida de suministros y equipos humanitarios”. La coalición de liderazgo saudí pidió a todos los yemeníes y misiones humanitarias en territorios controlados por hutíes que eviten las operaciones de combate. No había indicios de que las misiones de Naciones Unidas estuvieran evacuando la zona norte.
Yemen, un país de 26 millones de personas, ya estaba en una situación penosa tras dos años de una guerra que comenzó después de que los rebeldes hutíes obligaran al gobierno con reconocimiento internacional a huir y buscar apoyo en países vecinos del Golfo Pérsico. En marzo de 2015, una coalición liderada por Arabia Saudí comenzó lo que se ha convertido en una guerra devastadora que ha matado a miles de personas, desplazado a millones y sumido al país en duros ciclos de epidemias mortales.
El bloqueo dejó a la cercana Yibuti como el principal punto de tránsito para los vuelos humanitarios a Yemen. Antes de salir del pequeño país en el Cuerno de África las agencias de la ONU obtienen permisos de la coalición.
Sin embargo, las últimas medidas acabaron con los permisos para salir de Yibuti, según la agencia de ayuda Médicos Sin Fronteras.
Las tensiones han subido después de un audaz ataque de hutíes contra Arabia Saudí, en el que lanzaron un misil balístico contra el aeropuerto internacional de Riad. Arabia Saudí lo calificó de “acto de guerra” de Irán, afirmando que operaba a través de los hutíes.
Un portavoz militar vinculado con los rebeldes hutíes en la capital yemení afirmó que seguirán atacando los aeropuertos de Arabia Saudí y advirtió a viajeros y agencias de viajes que se mantengan alejados de ellos, porque los consideran “objetivos legítimos”. El portavoz, el coronel Aziz Rashed, añadió que los expertos militares del grupo pueden desarrollar misiles con alcances de más de 1.500 kilómetros (932 millas).
En una entrevista con AP en Nueva York el lunes por la noche, el responsable del Programa Mundial de Alimentos advirtió que las cosas empeorarían con un bloqueo largo y estricto.
De los 17 millones de personas que sufren inseguridad alimentaria en Yemen, el PMA sólo llega a 7 millones debido a la falta de fondos y a las dificultades de acceso que plantean hutíes y la coalición saudí por igual, añadió David Beasley.
“Apenas tienen comida ahora. Y si se nos niega el acceso, aunque sea por dos semanas, no puedo imaginar que cientos de miles de niños no vayan a ver sus vidas al borde de morir de hambre”, dijo Beasley.
FUENTE: AP