La muerte hoy de diez bebés en un incendio en un hospital ha desencadenado numerosas muestras de pesar e indignación en la India , donde estos siniestros causan más de 12,000 fallecidos al año debido al precario estado de las infraestructuras y la desidia en las medidas de seguridad.
La voz de alarma en el hospital del distrito de Bhandara, en el estado occidental de Maharashtra, saltó hacia la 1.30 (20.00 GMT del viernes) cuando personal del centro vio que salía humo del cuarto piso, donde se encuentra la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN), explicó a Efe el cirujano Pramod B. Khandate.
"El personal llamó de inmediato a las autoridades e intentó rescatar a los bebés", anotó Khandate, pero aunque siete de los recién nacidos pudieron salir con vida, otros diez murieron, añadió.
Los bomberos llegaron en "10-15 minutos" y controlaron el incendio , que según el cirujano pudo deberse a un cortocircuito, ya que "el edificio es muy viejo, de unos 25 o 30 años".
El ministro de Sanidad de Maharashtra, Rajesh Tope, detalló que tres de los bebés murieron por quemaduras y los otros siete asfixiados por el humo, y apuntó también a un cortocircuito, aunque recordó que una investigación todavía está en curso.
"Los responsables de este incidente no se librarán. Se ha ordenado una investigación detallada. Trataremos de evitar tales incidentes en el futuro aprendiendo de esta tragedia", afirmó en un mensaje en vídeo que colgó en sus redes sociales.
Las familias de las víctimas recibirán una ayuda de 500,000 rupias (unos 6,800 dólares).
PESAR E INDIGNACION
El siniestro generó numerosas muestras de pesar en la India, entre ellas las del primer ministro, Narendra Modi.
"Desgarradora tragedia (...) en la que hemos perdido preciosas vidas de jóvenes. Mis pensamientos están con todas las familias en duelo. Espero que los heridos se recuperen lo antes posible", escribió Modi en Twitter.
Pero las críticas tampoco tardaron en llegar, como las del exjefe de Gobierno de Maharashtra Devendra Fadnavis, de la formación BJP de Modi, que aseguró en declaraciones a la prensa, que este "imperdonable" incidente se debió a una "negligencia".
Según Fadnavis, líder de la oposición en el estado, el hospital no contaba con un sistema adecuado de seguridad contra incendios, lo que llevó a que el pasado mayo se hiciera una propuesta para la compra de equipamiento nuevo. Además solicitó con urgencia una auditoría de seguridad a todos los hospitales del estado.
UNA TRAGEDIA QUE SE REPITE
A pesar de las muestras de pesar y llamadas a la acción, los incendios, derrumbes y otros accidentes similares son frecuentes en la India, a menudo debido al precario estado de las infraestructuras y a la falta de mantenimiento, factores alimentados por la corrupción y prácticas ilegales.
Según los últimos datos oficiales disponibles, en 2018 se registraron en la India 13,099 incendios en edificios gubernamentales, colegios, residencias y otros lugares, en los que 12,748 personas murieron y 777 resultaron heridas.
En agosto pasado, diez pacientes con coronavirus murieron en el estado de Andhra Pradesh, en el sur de la India, al desatarse un incendio dentro de un hotel convertido en hospital en el que recibían tratamiento, cuatro días después de un incidente similar en el que murieron ocho personas en el occidental estado de Gujarat.
El profesor Vasant Matsagar, que imparte clases de ingeniería industrial en el Instituto Indio de Tecnología (IIT) de Nueva Delhi, y que cuenta con una especialidad en mecanismos contra incendios, remarca que muchos de estos siniestros se deben a la negligencia.
Un hospital debe contar con un sistema apropiado contra incendios, pero es "lamentable" que muchas veces este tipo de instalaciones de seguridad "no estén disponibles, (o) incluso si están disponibles no funcionan, o (están) disponibles, funcionan, pero los alteran intencionalmente para que no funcionen", y evitar así que se produzcan falsas alarmas, explicó a Efe Matsagar.
Ese tipo de situaciones, añade el experto, pueden deberse por ejemplo a que alguien quiera evitar que salten las alarmas por el humo que se desprende al cocinar, por lo que quitan las baterías de los detectores para que no funcionen.
"Pero hay una ley contra eso, que no se puede manipular la alarma de incendios (...) pero la gente lo hace, lamentablemente", a lo que tampoco ayuda que la policía u otras autoridades casi nunca hagan controles de seguridad para ver si funcionan o no, subrayó.