El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dio cuenta el miércoles de su "compromiso" y el de la nueva primera ministra británica, Liz Truss, para mantener el Acuerdo del Viernes Santo que llevó paz a Irlanda del Norte.
Truss, que asistió a su primera Asamblea General de la ONU como líder británica, dijo estar "ansiosa por discutir el Acuerdo del Viernes Santo de Belfast y cómo nos aseguramos de su cumplimiento en el futuro".
La sucesora de Boris Johnson ha expresado su esperanza de poder negociar una resolución a una disputa entre Gran Bretaña y la Unión Europea sobre el comercio con Irlanda del Norte posterior al Brexit.
La disputa se centra en dónde establecer una frontera aduanera ahora que Gran Bretaña se separó del mercado único europeo: entre Gran Bretaña e Irlanda del Norte o entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda, que es miembro de la UE.
Los partidos unionistas pro-Reino Unido se oponen a que Irlanda del Norte quede aislada.
Sin embargo, una frontera dura entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda iría en contra de una disposición clave del acuerdo de paz del Viernes Santo de 1998, que estipuló la eliminación de infraestructura fronteriza como parte de un acuerdo que puso fin a 30 años de oposición violenta al gobierno de Londres.
La Casa Blanca había mostrado descontento con lo que consideraba una línea dura de la nueva primera ministra sobre el Brexit e Irlanda del Norte.
Asimismo, Truss tiene enfoques diferentes a los Biden y sus posturas lucen más afines a las de la oposición republicana estadounidense.
Más temprano, y previo a su reunión con Biden, Truss propuso un programa de rescate económico centrado en recortes de impuestos, enfoque que el mandatario estadounidense rechazó en Twitter.
"No acepto el argumento de que reducir los impuestos es de alguna manera injusto", dijo Truss a la cadena Sky News.
"Estoy harto de la economía de goteo. Nunca ha funcionado", tuiteó Biden.
FUENTE: AFP