El Concejo Municipal de Los Ángeles reprendió formalmente el miércoles a dos miembros y a su expresidenta por su implicación en un escándalo de racismo que ha provocado días de protestas, investigaciones policiales y estatales y ha sacudido la fe del público en el Ayuntamiento.
El concejo no puede expulsar a los miembros, sólo puede suspender a uno cuando hay cargos penales pendientes. Aunque la amonestación es prácticamente simbólica, se suma a la presión procedente de todo el espectro político para que Cedillo y De León dimitan.
El concejal Paul Koretz dijo que seguía conmocionado por escuchar los comentarios ofensivos que aseguró habían perjudicado gravemente la confianza en el gobierno. Le guste o no, lamentó que la grabación sea un reflejo de todo el concejo.
“Nos va a llevar años reconstruir esta confianza”, señaló Koretz antes de la votación.
El concejal Curren Price señaló que la amonestación era un “paso crucial en un largo camino hacia la sanación” y la medida más dura que podía tomar el concejo, al no tener la capacidad para expulsar a miembros.
Martinez renunció poco después de que se diera a conocer la cinta a principios de este mes, junto con un influyente líder sindical, Ron Herrera, que también estuvo presente en la reunión.
Sin embargo, Cedillo y De León se han resistido a los llamamientos generalizados, incluyendo el del presidente Joe Biden, para que renuncien, y se han convertido en parias políticos entre sus colegas.
Cualquiera que haya participado en la reunión “no debe ocupar un cargo de elección popular”, aseveró Koretz.
FUENTE: Associated Press