La violencia basada en género abarca cualquier forma de maltrato físico, sexual, psicológico o económico ejercido contra una persona por su género. Aunque puede afectar a cualquier persona, las principales víctimas son mujeres, niñas y personas sexodiversas, en especial aquellas en condiciones de mayor vulnerabilidad, como mujeres indígenas, migrantes, refugiadas o con discapacidad.
Protección legal en Panamá
En Panamá, las mujeres víctimas de violencia cuentan con protección legal, independientemente de su estatus migratorio. Presentar una denuncia no afecta procesos de refugio ni solicitudes ante la ONPAR, aun cuando el expediente esté a nombre del agresor.
¿Existen albergues para mujeres maltratadas?
Sí. El Ministerio de la Mujer administra albergues de protección que ofrecen atención integral a las víctimas y sus familias. Allí se brinda:
- Alojamiento temporal seguro.
- Atención psicológica y legal.
- Acceso a servicios de salud.
Estos espacios buscan proteger la vida de las víctimas y acompañarlas en el proceso de recuperación.
Dónde buscar ayuda en casos de violencia
Existen instituciones en Panamá que ofrecen orientación, acompañamiento y protección:
- Centro de Orientación y Atención Integral (COAI): recibe denuncias y ofrece orientación en casos de maltrato, abuso y violencia doméstica, incluyendo atención a niños, niñas y adolescentes.
- Ministerio de la Mujer: atiende casos de violencia contra mujeres mayores de edad y coordina los albergues.
- Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (SENNIAF): protege a niños, niñas y adolescentes víctimas de violencia.
- Defensoría del Pueblo: canaliza denuncias y brinda asesoría.
- Oficina de Asistencia a Víctimas de Violencia de Género del Ministerio Público: apoyo legal y acompañamiento durante el proceso judicial.
Atención médica obligatoria
Todos los centros de salud y hospitales del país están obligados a brindar atención médica inmediata a víctimas de violencia física o sexual.
Expertos recomiendan denunciar a tiempo y buscar apoyo en las instituciones especializadas. La existencia de albergues y servicios de atención demuestra que Panamá cuenta con mecanismos de protección, aunque el reto sigue siendo garantizar mayor cobertura, rapidez en la atención y acompañamiento integral a las víctimas.