Los extremistas islámicos nigerianos atacaron un pueblo fronterizo en el país vecino de Níger, en la segunda ofensiva en el exterior del grupo conocido como Boko Haram en los últimos días.
El aumento de la violencia tiene lugar en momentos en que los líderes regionales se reunían por segundo día en la capital de Camerún para coordinar una respuesta militar al grupo terrorista al que se atribuye la muerte de 10.000 personas en el último año.
El miércoles y jueves, Boko Haram atacó un pueblo de Camerún, donde dejó 100 muertos y 500 heridos, según funcionarios de ese país.
Abba Hassan, un farmacéutico del pueblo de Bosso, Níger, dijo que otros milicianos de Boko Haram atacaron Bosso el viernes por la mañana y que los soldados locales combatieron durante una hora con los invasores y los obligaron a replegarse, dejando las calles desiertas.
"Aviones de Níger y Chad efectúan patrullas de vigilancia en el pueblo, y las fuerzas de infantería combaten en las calles", dijo Hassan a The Associated Press por teléfono.
La región de Níger afectada está en un área a la que han llegado miles de refugiados que huyeron de ataques de Boko Haram en otros sitios.
Después de ser rechazados por medio de bombardeos de varios pueblos nigerianos, cientos de milicianos de Boko Haram se vengaron atacando Fotokol en Camerún a principios de semana, donde destruyeron mezquitas y escuelas y advirtieron a los países vecinos de Nigeria que no se sumen a la lucha contra la insurgencia.
La semana pasada, los mandatarios africanos autorizaron una fuerza de 7.500 soldados para combatir a los extremistas. Nigeria, Camerún, Chad, Níger y Benín prometieron colaborar.
FUENTE: AP