Rio de Janeiro descartó celebrar su famoso Carnaval en 2021, que las escuelas de samba preveían realizar en julio, debido al repunte de la pandemia del nuevo coronavirus en Brasil, informó este jueves el alcalde Eduardo Paes.
"Nunca escondí mi pasión por el carnaval y la visión clara que tengo de la importancia económica de esa manifestación cultural para nuestra ciudad. Sin embargo, me parece un sinsentido imaginar a esta altura que tendremos condiciones de realizar el carnaval en julio", escribió el mandatario en Twitter.
"En 2022 podremos (todos debidamente vacunados) celebrar la vida y nuestra cultura con toda la intensidad que merecemos", agregó Paes, quien anunció una iniciativa para que los trabajadores del evento tengan algún sustento este año.
La megafiesta de la ciudad postal de Brasil se celebra tradicionalmente en febrero o marzo, antes de la cuaresma, pero ya en septiembre pasado las escuelas de samba , encargadas de los desfiles, decidieron aplazarla por la primera arremetida del covid-19 .
Sin embargo, evaluaban celebrarla en julio, aunque condicionada a la existencia de una vacuna y a que hubiera una campaña de inmunización.
Pese a que Brasil empezó a vacunar el domingo, Paes consideró "imposible" organizar y realizar el mayor carnaval del mundo, que agolpa a millones de personas, en pleno repunte de la pandemia.
"Esa celebración exige una preparación grande por parte de los órganos públicos y de las agremiaciones e instituciones ligadas a la samba, algo imposible de hacer en este momento", explicó el alcalde.
Con 213.000 víctimas fatales, Brasil es el segundo país con mayor número de muertos por la nueva neumonía, después de Estados Unidos. El gigante latinoamericano registra desde noviembre un incremento en los muertos y contagiados por el virus.
El carnaval atrae a millones de turistas y las escuelas de samba pasan la mayor parte del año preparando los espectáculos del Sambódromo, donde los espectadores se reúnen para ver apoteósicos desfiles protagonizados por pequeños ejércitos de percusionistas y bailarines.
La duración de esta onda y sus impactos económicos son una gran incógnita.
El Banco Central de Brasil indicó el miércoles que, pese a un repunte de la actividad a fines de 2020, sus proyecciones "no contemplan los posibles efectos del reciente aumento del número de casos de covid-19" y que existe una "incertidumbre (...) por encima de lo habitual, sobre todo en el primer trimestre de este año".