Los residentes del valle de Ahr, conocido como Ahrtal en alemán, tratan de llevar un poco de alegría navideña a las calles aún obstruidas por el barro y los escombros dejados por las inundaciones de julio que mataron a casi 200 personas en el oeste de Alemania.
En el pueblo de Mayschoss, más arriba del valle más conocido por sus viñedos y como un pintoresco destino de senderismo, había un árbol con luces hechas con cables improvisados afuera de un edificio dañado.
En la cercana Altenahr, fueron colocadas y encendidas velas nuevas en las tumbas de los lugareños que murieron en el desastre del verano.
La mayoría de las muertes por inundaciones en Alemania ocurrieron en el estrecho valle, donde las fuertes lluvias hicieron que el río Ahr se desbordara rápidamente, ahogando vehículos y arrasando edificios.
Los residentes informaron en ese momento que recibieron poca advertencia anticipada sobre las mortales inundaciones, y algunos afirmaron que la información de las autoridades no era clara o no existía.
Los enormes costos económicos y emocionales (las inundaciones destruyeron o dañaron gravemente cientos de casas) hicieron que algunos residentes consideraran abandonar la región.
Pero otros insisten en quedarse, reconstruir y celebrar cuando puedan.
FUENTE: Associated Press