Una de las formas más comunes de contagiarse del COVID-19, es el contacto personal cercano, y debido a su oficio, los taxistas deben trasladar pasajeros y manipular dinero. Por ello, deben llevar las ventanas abajo, tener alcohol y aerosoles desinfectantes.
Debido a que los taxistas laboran entre ocho y doce horas diarias, ingresando muchas personas durante ese período; es importante que cada vez que se baje un pasajero, debe desinfectar el puesto que deja la persona al bajarse (y el área en general) y la manigueta de la puerta.
Luego de recibir el pago del servicio, debe echarse alcohol, además de portar mascarilla quirúrgica o KN95, es fundamental recargar medidas de bioseguridad usando pantalla facial. Además deben evitar usar collares, aretes, relojes y tener las uñas cortadas al ras, para una mejor higiene.
Aunque el clima de Panamá es por lo general caluroso, el Dr. Vernaza indica que no es recomendable usar el aire acondicionado; se debe mantener los vidrios abajo, para permitir una mejor ventilación, diluyendo (razonablemente) la presencia del virus. También se recomienda llevar los vehículos a sitios para su higienización
Para que estas medidas tengan un mayor efecto, el pasajero debe poner de su parte; es esencial exigirle al usuario que tenga colocada correctamente la mascarilla, y que una vez dentro, quitársela; además, no permitir que se siente en el puesto del copiloto.
FUENTE: Luis Diaz Govea




