El pasado 30 de enero el perfil de Twitter del mítico programa infantil 'Sesame Street' compartió las primeras imágenes que confirmaban que el actor Billy Porter sería uno de sus próximos invitados y que además había rescatado para la ocasión el legendario vestido de estilo esmoquin que lució en la última noche de los Óscar.
Ha sido precisamente ese último detalle, la elección de esa prenda en concreto, lo que ha provocado que se haya creado una petición online con el apoyo del senador estatal de Arkansas, Jason Rapert, pidiendo la retirada del episodio.
Los detractores del intérprete de 'Pose' sostienen que su presencia en el mítico barrio fomenta la "sexualización de los niños a través del uso de drag queens" y "promueve la agenda radical de la comunidad LGBTQ".
Como era de esperar, esas críticas no han conseguido que el intérprete de 'Pose', que ha desafiado los estereotipos de género en cada alfombra roja que ha pisado, se amilane.
"Si no te gusta, no lo veas", ha afirmado antes de lanzar la siguiente pregunta: "¿Qué tiene que ver que cante con un pingüino en televisión con lo que haga en el dormitorio?".
El problema, en opinión de Billy, va mucho más allá de sus elecciones de vestuario y viene a reflejar la discriminación que siguen sufriendo los artistas no heterosexuales o cisgénero.
"Lo primero de lo que todo el mundo quiere hablar es de nuestra vida sexual. Manteneos lejos de mi dormitorio y no os pasará nada, porque además no es asunto vuestro", ha concluido.